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Cabañas en Sierra de Lobos Guanajuato

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Fuente: 
http://www.gtoexperience.mx/top-300-plus/recursos-turisticos/arqueologia/item/zona-arqueologica-el-coporo

 

Zona arqueológica El Coporo



Este importante asentamiento prehispánico, habitado entre 500 y 900 d.C., se encuentra sobre las estribaciones al poniente de la sierra de Santa Bárbara y próximo a la comunidad de San José del Torreón, en el actual municipio de Ocampo, al noreste del estado de Guanajuato, sobre la antigua frontera septentrional de Mesoamérica. El asentamiento se compone de distintos espacios arquitectónicos que sugieren, junto con los objetos de cerámica y las herramientas en piedra, una afinidad con la región del Tunal Grande en San Luis Potosí y fuertes vínculos con los asentamientos prehispánicos de Zacatecas, Jalisco y El Bajío guanajuatense.









Fuente: 
http://www.periodico.am/leon/abrenpiramidesaunahoradeleon-11250.html

 
Por LUIS MEZA 
Publicada el 07/19/2012

A una hora de la ciudad, pasando Sierra de Lobos, abrirá la zona de El Cóporo, con mil 800 años de antigüedad, vinculada culturalmente a la tradición del Tunal Grande, que integra asentamientos prehispánicos de San Luis Potosí, Zacatecas y Jalisco.

Carlos Alberto Torreblanca, coordinador del proyecto arqueológico, informó que tras siete años de investigación se logró determinar que El Cóporo se desarrolló entre mil 800 y mil 100 años atrás (200-900 d.C.), e inclusive conocer el medio ambiente que prevalecía en ese entonces, el cual era muy distinto al paisaje semidesértico actual.

Explicó que el futuro visitante comenzará su recorrido en las partes bajas del cerro, en donde se encontraban las habitaciones de la gente común, para después pasar a un conjunto cívico-ceremonial conocido como la Plaza del Ocaso, donde se efectuaban rituales abiertos con la participación de un gran número de personas.

“Sin embargo, el ascenso mismo  marca una separación entre el ámbito público y el privado, y desde el área conocida como Puerto del Aire, comenzaba una ruta de peregrinación hacia un espacio más exclusivo, ubicado en la cima del cerro (de 156 metros de altura), llamado precisamente El Cóporo. Este trayecto, es justo el que expresa el enfoque ecológico del proyecto”.

Mencionó que durante la temporada de lluvias, como ocurre en estos meses y hasta septiembre, las cactáceas —entre las que hay 16 variedades de nopal— muestran un verdor inusual, y manantiales y arroyos se encuentran llenos.

De acuerdo con Carlos Torreblanca, varios de estos cuerpos de agua fueron venerados y explotados en la época prehispánica.

Para apreciar mejor este escenario —flanqueado por paredones de roca erosionados por el viento, que da lugar a formas caprichosas—, se diseñaron varios miradores y áreas donde las personas no aptas para continuar el recorrido hasta la cúspide, puedan permanecer, pues el paisaje es un espectáculo por sí mismo.

Afectado por cambio climático

El experto detalló que según los estudios paleobotánicos, el ecosistema que prevaleció entre los años 200 y 900, cuando estuvo habitado El Cóporo, dista mucho del semblante semidesértico que muestra hoy en día. Investigaciones hechas en los años 60 en El Cóporo, sugerían que hubo cambios climáticos que derivaron en el paisaje que se observa ahora.

“A partir de 2005, nuestro proyecto intentó corroborar o descartar esta hipótesis. Análisis de polen y de madera evidenciaron que el Valle de Ocampo, donde se asienta El Cóporo, era bosque de pinos y encinos en áreas cercanas a la sierra de Santa Bárbara y a cuerpos de agua, y después había manchones menores, quizá de cactáceas.

“También se recuperaron restos de maíz, calabaza, amaranto, tomatillo, frijol, chile, lo que formaba parte de la dieta básica de los antiguos visitantes. Cerca de las áreas de cultivo se encontraban las pequeñas aldeas. Estos recursos se enviaban a la ciudad, donde eran controlados y seguramente distribuidos por un cacique a toda esa región, el Valle de Ocampo”, detalló el coordinador del Proyecto Arqueológico.

Se pierde el bosque

Aunque los antiguos pobladores de El Cóporo y sus dominios —controlaba 29 asentamientos menores— modificaron el ecosistema precisamente para su sustento, el cambio más radical de éste se dio durante la Colonia, cuando la minería requirió la explotación de grandes áreas boscosas para obtener madera, lo que provocó un proceso de desertificación y la aparición de una vegetación dominada por mezquites, huizaches y nopales.

“Fue muy importante comprender el escenario geográfico en que se desarrollaron esas sociedades prehispánicas, pero también ver la evolución del paisaje, la vegetación, la flora y la fauna, en el periodo histórico y el contemporáneo, de modo que ahora también entendemos la vida cotidiana de San José del Torreón, que es la comunidad más cercana a la zona arqueológica”, dijo el arqueólogo.

Se mantienen formas de vida

Torreblanca aseguró que en la zona todavía persisten vestigios de formas de vida prehispánica.

“En San José del Torreón aún persisten casas con el sistema constructivo tradicional de muros de adobe, chimenea, techos de tejamanil, si bien han comenzado a edificar viviendas con materiales más modernos. En el ámbito religioso, la comunidad celebra a su santo patrón cada 19 de marzo, a estas festividades acuden personas de la región, así como los migrantes”.

Esta línea de tiempo —que atraviesa las épocas prehispánica, colonial, y los siglos XIX y XX, hasta llegar al nuevo milenio, en la región del Valle de Ocampo— también se mostrará en el Centro de Atención de Visitantes de El Cóporo, que en su primera fase contará con una sala introductoria, donde se exhibirán gráficamente los resultados de siete años de trabajo.

 

Colocan señales para llegar

 

Desde la salida de León hacia Sierra de Lobos ya se aprecian los letreros que van indicando el camino hacia El Cóporo, ubicado a unos 60 kilómetros de la ciudad.

La vía que hay que seguir es a través de la carretera que cruza Sierra de Lobos para ir a San Felipe y Ocampo.

La carretera hacia el lugar luce un buen estado, excepto en sus segmentos finales.

A partir de la desviación hacia la localidad de Ibarra y de ahí a San José del Torreón, los cuales lucen abundantes baches, algunos de los cuales casi interrumpen el camino.

Desde afuera de la alambrada que delimita la zona, se puede apreciar el Centro de Visitantes, el cuenta con un amplio estacionamiento empedrado con más de medio centenar de cajones.

Al fondo se aprecian los cerros que custodian la zona arqueológica.

 

¿Cómo llegar?

1.- Desde León, El Cóporo se ubica a 60 kilómetros, a través de la carretera a San Felipe.

2.- En la parte alta de Sierra de Lobos se toma la desviación a Ocampo y Vergel de la Sierra.

3.- Al llegar a la comunidad de Ibarra, se toma la desviación a San José del Torreón.

 

Costos

La admisión general

30 pesos para adultos 

10 pesos para niños

Horarios

A partir del martes, la zona arqueológica abrirá de 10:00 a 17:00 horas. Los lunes cerrarán.

Para apreciar la zona completa es necesario subir 150 metros de cerro, por lo que es necesario calzado cómodo.
 

Es conveniente llevar gorra y bloqueador solar. 

No se permite el paso de alimentos a la zona arqueológica, pero en la vecina comunidad de San José del Torreón hay varios locales de comida económica.







http://youtu.be/U-ytswR9k9o
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